MI SALUD, TU SALUD
MI SALUD, TU SALUD
Las debilidades existentes en la actualidad en los aspectos sanitarios en Panamá evidencian que la salud de la población no tiene prioridad para los/as tomadores/as de decisión.
Sin embargo, a pesar de la existencia de normas constitucionales que establecen la obligatoriedad del Estado de asegurar el acceso de toda la población panameña a servicios integrales de prevención, curación y rehabilitación, siendo el Ministerio de Salud el garante de este derecho, los indicadores que existen en materia de salud en nuestro país ponen en duda el verdadero cumplimiento de esas normas.
Existen varios retos en materia de salud en Panamá. Se debe superar el fraccionamiento en el sistema de salud nacional que evidencia la inexistencia de un sistema unificado de planeación sectorial, lo que hace que el MINSA y la CSS formulen, implementen, monitoreen y evalúen paralelamente sus propios planes y programas cada uno por su lado.
Por otro lado, las población de áreas rurales, especialmente indígena, tienen un acceso deficiente para una atención de salud de calidad, a diferencia de lo que pasa en las zonas urbanas. Esta inequidad representa uno de los mayores retos al que hay que hacer frente a través de políticas públicas dedicadas.
Tomando como referencia lo establecido en la Ley 4 de 1999 que plantea la Igualdad de Oportunidades en Panamá, hay materias en las cuales poco se ha avanzado y por el contrario se han dado grandes retrocesos. Este es el caso del tema de la salud sexual y reproductiva por ejemplo, en contraste el constante aumento de los índices de las infecciones de transmisión sexual o VIH y Sida, se encuentra la situación de la Comisión Nacional de SSyR que no opera desde hace aproximadamente 3 años, sin que se realicen acciones universales y especiales en esta materia.
De igual manera hay que superar el enfoque del modelo actual de atención del sistema de salud recuperativo y adoptar acciones preventivas que otorgarían una mejor calidad de vida a la población.
Un último aspecto relevante es el bajo nivel de incidencia en la ejecución de medidas estratégicas que afectan primordialmente a las mujeres, como la discriminación institucionalizada, la violencia de género, etc no posee el impacto requerido para transformar la salud de esa población, conforme lo establecido en el Perfil de Género y Salud del año 2009 (MINSA/OPS). Muchas de las transformaciones jurídicas que se han dado en el país proceden de la vinculación del Estado panameño con la comunidad internacional, evidenciando que en el desarrollo de normas y políticas existe referencia de documentos de un gran nivel científico que hay que cumplir.
Las debilidades existentes en la actualidad en los aspectos sanitarios en Panamá evidencian que la salud de la población no tiene prioridad para los/as tomadores/as de decisión.
Sin embargo, a pesar de la existencia de normas constitucionales que establecen la obligatoriedad del Estado de asegurar el acceso de toda la población panameña a servicios integrales de prevención, curación y rehabilitación, siendo el Ministerio de Salud el garante de este derecho, los indicadores que existen en materia de salud en nuestro país ponen en duda el verdadero cumplimiento de esas normas.
Existen varios retos en materia de salud en Panamá. Se debe superar el fraccionamiento en el sistema de salud nacional que evidencia la inexistencia de un sistema unificado de planeación sectorial, lo que hace que el MINSA y la CSS formulen, implementen, monitoreen y evalúen paralelamente sus propios planes y programas cada uno por su lado.
Por otro lado, las población de áreas rurales, especialmente indígena, tienen un acceso deficiente para una atención de salud de calidad, a diferencia de lo que pasa en las zonas urbanas. Esta inequidad representa uno de los mayores retos al que hay que hacer frente a través de políticas públicas dedicadas.
Tomando como referencia lo establecido en la Ley 4 de 1999 que plantea la Igualdad de Oportunidades en Panamá, hay materias en las cuales poco se ha avanzado y por el contrario se han dado grandes retrocesos. Este es el caso del tema de la salud sexual y reproductiva por ejemplo, en contraste el constante aumento de los índices de las infecciones de transmisión sexual o VIH y Sida, se encuentra la situación de la Comisión Nacional de SSyR que no opera desde hace aproximadamente 3 años, sin que se realicen acciones universales y especiales en esta materia.
De igual manera hay que superar el enfoque del modelo actual de atención del sistema de salud recuperativo y adoptar acciones preventivas que otorgarían una mejor calidad de vida a la población.
Un último aspecto relevante es el bajo nivel de incidencia en la ejecución de medidas estratégicas que afectan primordialmente a las mujeres, como la discriminación institucionalizada, la violencia de género, etc no posee el impacto requerido para transformar la salud de esa población, conforme lo establecido en el Perfil de Género y Salud del año 2009 (MINSA/OPS). Muchas de las transformaciones jurídicas que se han dado en el país proceden de la vinculación del Estado panameño con la comunidad internacional, evidenciando que en el desarrollo de normas y políticas existe referencia de documentos de un gran nivel científico que hay que cumplir.
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