CAMBIAR PARA QUE TODO CAMBIE: UN APROXIMACION A LA RELACION MUJERES, POLITICA Y CULTURA EN PANAMA URANIA UNGO
Cambiar para que todo cambie: un aproximación a la relación mujeres, política y cultura en Panamá de la autoría de Urania Ungo forma parte del trabajo académico promovido por el Programa de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en Panamá publicado en marzo del 2010, coincidiendo con la conmemoración del centenario de la proclamación del día internacional de las mujeres establecido el 8 de marzo, además es un homenaje a Clara Zetkin, de los 20 años del fallecimiento quien brindo un valioso aporte a la lucha de las mujeres panameñas.
Inicio destacando la publicación dado que es un aporte reciente y notable para rescatar la historia del movimiento de mujeres que permite ir conformando la identidad histórica de la lucha feminista panameña, además de permitir resaltar el trabajo ejecutado o poder tener una visión crítica del mismo.
En el presente texto encontramos como referencia fundamental en lo expresado en 1996 por parte de la autora en el Discurso de la Secretaría Técnica en la instalación del Consejo Nacional de la Mujer”. Documento, Presidencia de la República, Panamá:
“El desafío, entonces se orienta mucho más allá de caminos en la legislación o de la reestructuración de las políticas públicas, o del mero aumento de mujeres en los cargos públicos y privados, se orienta a crear las condiciones para hacer de ésta sociedad el espacio de nuevas formas de convivencia humana en las que ninguna desigualdad se encuentre legitimada de forma alguna, lo que significa que los cambios deben llegar hasta la vida, la cultura y la práctica cotidiana
El camino que se debe recorrer es establecer una agenda que traspasa lo público para poner la mirada principal en los aspectos de la cotidianidad, la cultura que incide directamente en la vida de las mujeres dentro de ésta sociedad.
Cambiar la vida, nos plantea más adelante “pasa por hacer que estos cambios en curso y aún en disputa hagan parte y sean valorados como bienes estimables por todas nuestras sociedades, no sólo en lo público sino también en lo privado, en el universo de la intimidad, la cotidianeidad y la identidad en la vida misma.
Es elemental el enfoque porque centrar las acciones en los aspectos públicos y las políticas nos permite una visión unidimensional del problema pero con la consecuencia de no incidir directamente en la vida de las mujeres, desde su cotidianidad, en su mundo, en donde definitivamente tienen un avance célebre los grupos fundamentalistas, porque ellos se encuentran presente de manera espontanea en todos los niveles de la vida en sociedad.
El trabajo nos presenta una reflexión sobre el caminar y el pensamiento y la acción feminista en Panamá.
También analiza el contexto en el cual se dan estas acciones y el proceso y los avatares que han experimentado las políticas públicas realizadas en los últimos 15 años.
Identificar y analizar hasta que punto la voluntad política, tanto desde las mujeres como desde el Estado ha logrado cambiar las concepciones, las visiones y los modos particulares históricos en que se constituyen las figuras ideológicas de lo femenino y lo masculino, se trata de construir un objeto pensable.
De igual manera se deriva del texto el intento de identificar los elementos que hacen posible examinar :
“los cambios culturales y simbólicos más importantes y significativos dados en el país, en el marco de los procesos impulsados por las mujeres y sus organizaciones, las políticas realizadas por el Estado panameño respecto a ellas y el conjunto de ideas, nociones y prácticas que se expresan en la sociedad sobre las mujeres y su condición”.
Se plantea en el análisis entre el proyecto soñado por sus protagonistas y los logros obtenidos existe hoy una gran distancia, mediada por condiciones sociales que “profundizan desigualdades y acrecientan tensiones históricas irresueltas”.
Se nos presenta de manera destacada un examen de las políticas “post Beijing” a través de las cuales se aspiraba a condiciones distintas para la vida de las mujeres a nivel mundial, no obstante las acciones distan de transformar de forma positiva el sistema cultural, un avance aletargado:
“ fue evidente en general entre asumir el compromiso y realizar las transformaciones sociales e institucionales medió un insalvable vacío que lo logró fue fortalecer a la reacción patriarcal”.
Dicha reacción abanderada por grupos fundamentalistas, sin desestimar a personas o sectores desde todos los aspectos de la vida diaria (periodistas, artistas, políticos, etc.) son manifestaciones aguerridas y se marcada o agravada por una posición frágil de parte de las representaciones gubernamentales a juicio de la autora no sólo en lo atinente a la vida de las mujeres sino de toda la construcción social.
El texto nos permite ubicar o reconocer claramente la resistencia misógina “cada vez menos solapada y mas militante”, vinculado al clima cultural en donde existen manifestaciones que provienen desde la marginalidad y la cultura del “guetto”,
Nos permite tener una aproximación del proyecto reciente que se propusieron las feministas panameñas, contrastado con las números limitaciones u obstáculos en las tres últimas décadas del Siglo XX, planteándonos Urania que a pesar de ello : el feminismo no hizo más que crecer, desarrollarse, expandirse.
Toma en consideración que el accionar el contexto económico político en el cual se desarrolla la vida de las mujeres en donde se resalta el menoscabo de “la ciudadanía y su ejercicio, el acceso al conocimiento y al poder para muchas personas pero en particular para las mujeres”.
Se reconocen hechos importante: desde el año 1996 se han dado 3 torneos electorales, una mujer electa Presidenta (usufructuaria del proyecto feminista), la entrada en vigencia de la Ley 4 de 1999, la ratificación por parte de la Asamblea Legislativa del Protocolo Facultativo de la Convención sobre Todas las formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW) y el proceso de concertación para el mecanismo nacional y la transformación de la Dirección Nacional de la Mujer (DINAMU) en el actual Instituto Nacional de la Mujer (INAMU).
A contrario sensu se nos presentan las contradicciones manifestada en la gestión presidencial de Mireya Moscoso quien “se negó a firmar el Protocolo Facultativo de la CEDAW y la única actividad relativa a las mujeres en el marco del Centenario de la República fue la celebración del concurso internacional Miss Universo·, la reacción patriarcal y fundamentalista hizo su aparición pública en al país y la presencia de las mujeres se da en los procesos de movilización en pro de mejoras a la calidad de vida de las comunidades y las familias, ausentes en los procesos de política formal y de la gestión y administración de los recursos que se han obtenido por su movilización. Añadir que los mecanismo nacionales son débiles carecen del recurso humano calificado en la cantidad y calidad necesarias y dependen del financiamiento externo ya fuera de agencias del sistema de naciones unidas u otros.
Con el posterior gobierno (Martín Torrijos Espino) no se modifica mucho las condiciones al ceder a la presión dirigidas de parte de del gobierno norteamericano, vaticano y representantes del fundamentalismo internacional que se expresaron en una declaración final del país reconociendo que la Plataforma de Acción de Beijing 95 no crea ni reconoce nuevos derechos. Luego intento reformar la Ley de la CSS aumentando la edad de jubilación para las mujeres, número de cuotas necesarias para jubilarse, aumento de años para el cálculo de las pensiones y la modificación de la ley 42 de 1997 sobre a MJMNF
El desafío para que todo cambie
A nuestro juicio es importante resaltar del presente trabajo que en quince años de políticas dirigidas a la igualdad social de las mujeres se han dado en el país algunos acontecimientos de significativa importancia como consecuencia de la existencia y caminar del “proyecto feminista” representado en los años 90 en la incidencia directa en la formulación y ejecución de políticas públicas panameñas.
Urania nos lo manifiesta de la siguiente manera:
“Durante el siglo XX hemos transitado desde la inexistencia de derechos políticos y ausencia en el escenario público hasta la presidencia del país., Ello no es poco. Sin embargo si se recuerda que “los cambios deben llegar hasta la vida, cultura y la práctica cotidiana” el saldo resultante del balance no es tan venturoso.
Las políticas surgidas en el Post Beijing en el marco del proceso neoliberal no pueden ser instrumentos de cambio, a lo más sólo de alivio, pues es un hecho que en la precariedad económica, en la mera subsistencia difícilmente puede florecer el cambio cultural, la transformación de lo simbólico, de las identidades, los valores y las concepciones del mundo, todo ello necesario para el implícito en el proyecto de empoderar a las mujeres contenido en la Plataforma de Acción de Beijing 1995”.
Entre los retos que tenemos se encuentran:
• La ejecución de la Ley 4 de 1999 es un instrumento de alta valoración pero su escasa ejecución es un reto, conforme lo plantea claramente Urania hay distancia entre los compromisos y su asunción;
• Para poner en practica las políticas de equidad de genero se encuentra la creciente militarización, la precarización generada por el modelo económico neoliberal,
• El efecto de la fragilidad de los gobiernos, en realidad de su poca voluntad política o liderazgo;
• La aparición de los movimientos fundamentalistas que buscan revertir las ganancias de las mujeres y limitar sus libertades y oportunidades en todas las esferas de la vida, inclusive en la salud reproductiva, es una reacción patriarcal a los mínimos avances por el reconocimiento de los derechos de las mujeres
• El clima cultural general en que conviven simultáneamente midas, actitudes y manifestaciones que provienen desde la marginalidad y la cultura de los “guettos” hasta la extrema incitación del consumismo por la vía de imágenes femeninas tradicionales y transnacionales, en tanto paralelamente se difunde el arquetipo patriarcal marginal de la virilidad violenta y visiones ideológicas muy conservadoras de lo que son y deben ser las mujeres y los hombres
Inicio destacando la publicación dado que es un aporte reciente y notable para rescatar la historia del movimiento de mujeres que permite ir conformando la identidad histórica de la lucha feminista panameña, además de permitir resaltar el trabajo ejecutado o poder tener una visión crítica del mismo.
En el presente texto encontramos como referencia fundamental en lo expresado en 1996 por parte de la autora en el Discurso de la Secretaría Técnica en la instalación del Consejo Nacional de la Mujer”. Documento, Presidencia de la República, Panamá:
“El desafío, entonces se orienta mucho más allá de caminos en la legislación o de la reestructuración de las políticas públicas, o del mero aumento de mujeres en los cargos públicos y privados, se orienta a crear las condiciones para hacer de ésta sociedad el espacio de nuevas formas de convivencia humana en las que ninguna desigualdad se encuentre legitimada de forma alguna, lo que significa que los cambios deben llegar hasta la vida, la cultura y la práctica cotidiana
El camino que se debe recorrer es establecer una agenda que traspasa lo público para poner la mirada principal en los aspectos de la cotidianidad, la cultura que incide directamente en la vida de las mujeres dentro de ésta sociedad.
Cambiar la vida, nos plantea más adelante “pasa por hacer que estos cambios en curso y aún en disputa hagan parte y sean valorados como bienes estimables por todas nuestras sociedades, no sólo en lo público sino también en lo privado, en el universo de la intimidad, la cotidianeidad y la identidad en la vida misma.
Es elemental el enfoque porque centrar las acciones en los aspectos públicos y las políticas nos permite una visión unidimensional del problema pero con la consecuencia de no incidir directamente en la vida de las mujeres, desde su cotidianidad, en su mundo, en donde definitivamente tienen un avance célebre los grupos fundamentalistas, porque ellos se encuentran presente de manera espontanea en todos los niveles de la vida en sociedad.
El trabajo nos presenta una reflexión sobre el caminar y el pensamiento y la acción feminista en Panamá.
También analiza el contexto en el cual se dan estas acciones y el proceso y los avatares que han experimentado las políticas públicas realizadas en los últimos 15 años.
Identificar y analizar hasta que punto la voluntad política, tanto desde las mujeres como desde el Estado ha logrado cambiar las concepciones, las visiones y los modos particulares históricos en que se constituyen las figuras ideológicas de lo femenino y lo masculino, se trata de construir un objeto pensable.
De igual manera se deriva del texto el intento de identificar los elementos que hacen posible examinar :
“los cambios culturales y simbólicos más importantes y significativos dados en el país, en el marco de los procesos impulsados por las mujeres y sus organizaciones, las políticas realizadas por el Estado panameño respecto a ellas y el conjunto de ideas, nociones y prácticas que se expresan en la sociedad sobre las mujeres y su condición”.
Se plantea en el análisis entre el proyecto soñado por sus protagonistas y los logros obtenidos existe hoy una gran distancia, mediada por condiciones sociales que “profundizan desigualdades y acrecientan tensiones históricas irresueltas”.
Se nos presenta de manera destacada un examen de las políticas “post Beijing” a través de las cuales se aspiraba a condiciones distintas para la vida de las mujeres a nivel mundial, no obstante las acciones distan de transformar de forma positiva el sistema cultural, un avance aletargado:
“ fue evidente en general entre asumir el compromiso y realizar las transformaciones sociales e institucionales medió un insalvable vacío que lo logró fue fortalecer a la reacción patriarcal”.
Dicha reacción abanderada por grupos fundamentalistas, sin desestimar a personas o sectores desde todos los aspectos de la vida diaria (periodistas, artistas, políticos, etc.) son manifestaciones aguerridas y se marcada o agravada por una posición frágil de parte de las representaciones gubernamentales a juicio de la autora no sólo en lo atinente a la vida de las mujeres sino de toda la construcción social.
El texto nos permite ubicar o reconocer claramente la resistencia misógina “cada vez menos solapada y mas militante”, vinculado al clima cultural en donde existen manifestaciones que provienen desde la marginalidad y la cultura del “guetto”,
Nos permite tener una aproximación del proyecto reciente que se propusieron las feministas panameñas, contrastado con las números limitaciones u obstáculos en las tres últimas décadas del Siglo XX, planteándonos Urania que a pesar de ello : el feminismo no hizo más que crecer, desarrollarse, expandirse.
Toma en consideración que el accionar el contexto económico político en el cual se desarrolla la vida de las mujeres en donde se resalta el menoscabo de “la ciudadanía y su ejercicio, el acceso al conocimiento y al poder para muchas personas pero en particular para las mujeres”.
Se reconocen hechos importante: desde el año 1996 se han dado 3 torneos electorales, una mujer electa Presidenta (usufructuaria del proyecto feminista), la entrada en vigencia de la Ley 4 de 1999, la ratificación por parte de la Asamblea Legislativa del Protocolo Facultativo de la Convención sobre Todas las formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW) y el proceso de concertación para el mecanismo nacional y la transformación de la Dirección Nacional de la Mujer (DINAMU) en el actual Instituto Nacional de la Mujer (INAMU).
A contrario sensu se nos presentan las contradicciones manifestada en la gestión presidencial de Mireya Moscoso quien “se negó a firmar el Protocolo Facultativo de la CEDAW y la única actividad relativa a las mujeres en el marco del Centenario de la República fue la celebración del concurso internacional Miss Universo·, la reacción patriarcal y fundamentalista hizo su aparición pública en al país y la presencia de las mujeres se da en los procesos de movilización en pro de mejoras a la calidad de vida de las comunidades y las familias, ausentes en los procesos de política formal y de la gestión y administración de los recursos que se han obtenido por su movilización. Añadir que los mecanismo nacionales son débiles carecen del recurso humano calificado en la cantidad y calidad necesarias y dependen del financiamiento externo ya fuera de agencias del sistema de naciones unidas u otros.
Con el posterior gobierno (Martín Torrijos Espino) no se modifica mucho las condiciones al ceder a la presión dirigidas de parte de del gobierno norteamericano, vaticano y representantes del fundamentalismo internacional que se expresaron en una declaración final del país reconociendo que la Plataforma de Acción de Beijing 95 no crea ni reconoce nuevos derechos. Luego intento reformar la Ley de la CSS aumentando la edad de jubilación para las mujeres, número de cuotas necesarias para jubilarse, aumento de años para el cálculo de las pensiones y la modificación de la ley 42 de 1997 sobre a MJMNF
El desafío para que todo cambie
A nuestro juicio es importante resaltar del presente trabajo que en quince años de políticas dirigidas a la igualdad social de las mujeres se han dado en el país algunos acontecimientos de significativa importancia como consecuencia de la existencia y caminar del “proyecto feminista” representado en los años 90 en la incidencia directa en la formulación y ejecución de políticas públicas panameñas.
Urania nos lo manifiesta de la siguiente manera:
“Durante el siglo XX hemos transitado desde la inexistencia de derechos políticos y ausencia en el escenario público hasta la presidencia del país., Ello no es poco. Sin embargo si se recuerda que “los cambios deben llegar hasta la vida, cultura y la práctica cotidiana” el saldo resultante del balance no es tan venturoso.
Las políticas surgidas en el Post Beijing en el marco del proceso neoliberal no pueden ser instrumentos de cambio, a lo más sólo de alivio, pues es un hecho que en la precariedad económica, en la mera subsistencia difícilmente puede florecer el cambio cultural, la transformación de lo simbólico, de las identidades, los valores y las concepciones del mundo, todo ello necesario para el implícito en el proyecto de empoderar a las mujeres contenido en la Plataforma de Acción de Beijing 1995”.
Entre los retos que tenemos se encuentran:
• La ejecución de la Ley 4 de 1999 es un instrumento de alta valoración pero su escasa ejecución es un reto, conforme lo plantea claramente Urania hay distancia entre los compromisos y su asunción;
• Para poner en practica las políticas de equidad de genero se encuentra la creciente militarización, la precarización generada por el modelo económico neoliberal,
• El efecto de la fragilidad de los gobiernos, en realidad de su poca voluntad política o liderazgo;
• La aparición de los movimientos fundamentalistas que buscan revertir las ganancias de las mujeres y limitar sus libertades y oportunidades en todas las esferas de la vida, inclusive en la salud reproductiva, es una reacción patriarcal a los mínimos avances por el reconocimiento de los derechos de las mujeres
• El clima cultural general en que conviven simultáneamente midas, actitudes y manifestaciones que provienen desde la marginalidad y la cultura de los “guettos” hasta la extrema incitación del consumismo por la vía de imágenes femeninas tradicionales y transnacionales, en tanto paralelamente se difunde el arquetipo patriarcal marginal de la virilidad violenta y visiones ideológicas muy conservadoras de lo que son y deben ser las mujeres y los hombres
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